Más estudios no garantizan mejor sueldo: la realidad de los jóvenes en Ecuador
El empleo juvenil en Ecuador se encuentra en una encrucijada de contradicciones: mientras el nivel educativo de los jóvenes aumenta progresivamente, sus oportunidades laborales parecen disminuir o estancarse. Este fenómeno, que podríamos denominar “la paradoja educativa del empleo juvenil”, plantea interrogantes fundamentales sobre la efectividad del sistema educativo para preparar a los jóvenes para el mercado laboral actual y la capacidad de la economía ecuatoriana para absorber a esta fuerza laboral cada vez más calificada.
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO JUVENIL EN ECUADOR: UN PANORAMA DE PRECARIZACIÓN CRECIENTE
La situación del empleo juvenil en Ecuador durante el período 2018-2023 muestra tendencias preocupantes que reflejan un deterioro progresivo en las condiciones laborales de este grupo poblacional, conformado por jóvenes entre 18 y 29 años de edad. Al analizar los datos proporcionados por la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), se evidencia una clara trayectoria de precarización laboral que afecta desproporcionadamente a las mujeres jóvenes (Tabla 1).
Evolución del empleo adecuado, trabajo precario y desempleo juvenil por género
Entre 2018 y 2023, el empleo adecuado para los hombres jóvenes ha experimentado una reducción significativa, pasando del 40,60% en 2018 al 34,50% en 2023. Esta tendencia descendente refleja una disminución de 6,1 puntos porcentuales en cinco años, aunque se observa una ligera recuperación desde 2021, donde alcanzó su nivel más bajo con 31,50%. Para las mujeres, la situación es aún más grave, con una caída del empleo adecuado del 29,80% en 2018 al 25,50% en 2023, manteniéndose consistentemente por debajo de las cifras masculinas en todo el período analizado.
Paralelamente, el empleo precario ha mostrado un incremento sostenido. Para los hombres, aumentó del 52,50% en 2018 al 59,00% en 2023, mientras que para las mujeres pasó del 58,60% al 63,60% en el mismo período. El punto más crítico se observó en 2021, donde el empleo precario alcanzó 60,70% para hombres y 63,00% para mujeres, posiblemente como consecuencia de los efectos de la pandemia en el mercado laboral.